Luego de más de tres años como actor del Taller de Teatro de la Facultad de Arquitectura de la UNAM (TTFA), y con papeles tan interesantes, agradables, inverosímiles y diferentes como: Polonio (Hamlet), Antífolo de Siracusa (La Comedia de las Equivocaciones), El Juez Oraguyen y el Presidente Borges (El Atentado) y el excéntrico, megalómano y siempre ridículo Sabueso Dogberry (Mucho Ruido y Pocas Nueces), con cuyo papel me fue otorgado el reconocimiento al Mejor Actor del Festival Internacional de Teatro Universitario 2014 (FITU), la UVA se despide de los escenarios.
Me he empacado grandes satisfacciones, amistades entrañables, nervios, llantos y carcajadas en mi morral del vestuario, junto a mi maquillaje, mis mallas y mis toallitas húmedas siempre solicitadas en el camerino de actores.
Gracias, Teatro. Gracias, TTFA. Gracias, público, gracias por tus aplausos, tus risas y tus cantares de grillo.
Con un trabalenguas en el corazón doy un paso fuera de la cálida luz del reflector. Los amo, los extraño, adiós.
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