Uvicentenario

Todo mexicano debió conmoverse de alguna manera por nuestros 200 años desde el inicio de la guerra de Independencia de nuestra orgullosa República Mexicana. Todo comenzara con una inusual conjugación de personajes y elementos, casi pareciera el inicio de un buen chiste de salón, que iría más o menos así: "Un cura, una Virgen y una campana... entran a un bar" o algo así. El cura don Miguel Hidalgo y Costilla, tomando un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe, y dando el grito que enardecería corazones criollos, indígenas y mestizos; al son de las campanadas de la iglesia de Dolores, marcó la pauta para una guerra que concluiría once años con once días después. Justo hoy celebramos nuestra Independencia. ¡Viva México!

Para celebrarlo asistí a una fiesta de disfraces mexicanos, elegí hacerme el mío de Estandarte (sin ánimos de ofender ninguna creencia o dogma), sólo me pareció una idea divertida, original y muy bicentenaria.

Agradezco a la sra. Estela L. por facilitarme los plumones y el espacio en el que hiciera mi estandarte y a mi dulce novia Dany por su apoyo, gracia y el color en las esferas que sostengo. ¡Las quiero!

México es una nación multicultural, con una diversidad maravillosa y una cultura extraordinaria, mística y fantástica. La gente es cálida, graciosa e ingeniosa. Por ser éste un espacio con otros motivos, no intervendré mi opinión política ni social al respecto del disfrute de estos dibujos que presento.